Arahal cuenta con una extensión superficial de 201,9 km2, situada
en plena comarca de la Campiña sevillana, sobre una colina de
117 metros de altitud sobre el nivel del mar, formando en su cima
una extensa planicie. En las últimas décadas ha experimentado un
crecimiento en su población. Según cifras del Instituto Nacional
de Estadística con fecha de 20 de mayo de 2024, el municipio de
Arahal alcanzó en el año 2023 la cifra de 19.491 habitantes (9.666 varones y 9.825 mujeres), con
una densidad de 96,91 hab./km2, contabilizándose 6.551 hogares en el año 2021.
Ciento sesenta y cinco años se cumplía el año 2022 desde que saliera el primer censo de población de España, realizado con rigor y métodos estadísticos modernos por la Junta General de Estadística bajo la égida del gobierno de O’Donnell. Simultáneamente, la Administración estatal lanzó a la luz pública el primer Nomenclátor de ciudades, villas, lugares y aldeas, ingente y costosa recopilación estadística no superada en ediciones superiores. Según el fondo documental del Instituto Nacional de Estadística, el Censo de 1857 de Arahal constaba de 9911 habitantes (5078 varones y 4833 hembras), de los cuales estaban establecidos en la localidad 4789 varones y 4738 hembras; 289 varones y 95 hembras eran transeúntes. Además, en este censo aparece el estado civil de la población repartidos en Solteros, 2820 varones y 2473 hembras; Casados, 1988 varones y 1939 hembras; Viudos, 270 varones y 421 hembras.
La obra 'Aproximación al nomenclátor de Arahal' de Manuel Jesús García Amador, subvencionada el 75 % por la Delegación de Cultura del Excelentísimo Ayuntamiento de Arahal mediante la concesión de ayudas y subvenciones en régimen de concurrencia competitiva para la edición de libros de contenido histórico sobre la localidad de Arahal en el año 2022, recoge un análisis global de los nombres correspondiente al total de 353 calles, plazas, avenidas, etc. (79 con nombres de personas y 274 con otro nombre diferente a los de personas). La palabra nomenclátor se considera como una parte integrante de la cultura histórica europea. Con anterioridad al siglo XIX, los nombres de las calles aparecían espontáneamente, perpetuándose por su uso prolongado. Lejos de ser el producto de una decisión consciente del concejo municipal, obedecían generalmente a una circunstancia objetiva.
Pocas cosas hay en los pueblos tan sujetas a continuos cambios como el nombre de sus calles. Sujetas a los vaivenes políticos de la historia de España. En nuestra localidad el nomenclátor de las calles, es tan clásico que nos enseña como una lección de historia local el origen del pueblo. Algunas denominaciones hacen referencias a los puntos de muchos caminantes que cruzaron para todas las direcciones, siendo tránsito para otras localidades de la provincia como son las calles Marchena, Paradas, Morón, Carmona, Sevilla, Puerta de Utrera u Osuna.
Otro fin utilitario, aunque de régimen interior, evidencian las calles Monjas, Victoria, San Roque, Misericordia, Veracruz, San Antonio, Iglesia y Madre de Dios, todas ellas conducentes a los templos que tienen por título. También hacemos menciones por nuestro recorrido a las rotulaciones inspiradas en sentido informativo como son Pozo Dulce, Pozo Nuevo, Pilar, Huertas, Mina, Colmena y Tahona, todas orientadas al vecindario hacia los sitios donde se encontraban los pozos, el abrevadero, las huertas, la mineta, el colmenar donde se expendía la miel y las tahonas maquileras suministradoras de harina. A continuación haremos un paseo por las calles e historias que ostentan mayor valor histórico de todas las que posee el Municipio.