Gabriel Mengibar Ruiz

Gabriel Mengíbar Ruiz, médico de profesión y alcalde de Arahal, nació el 16 de Agosto de 1921 en la localidad de Real de la Jara, vivió gran parte de su vida en Arahal falleciendo a los 42 años al servicio del pueblo dejando huérfanos a siete hijos y una esposa abatida por el infortunio destino.

En la noche del 10 de Diciembre de 1963, ocurrió un suceso en Arahal que marcaría unas de las historias más negras de la localidad, el alcalde que presidía la localidad, Gabriel Mengíbar Ruiz, mientras regresaba de Sevilla por asuntos de papeles para la adquisición de ornamentos sagrados para la capilla del nuevo Cementerio, tuvo un trágico accidente de vuelta a la altura de Alcalá de Guadaíra costándole la vida.

Gabriel viajaba con la compañía de Manuel Saborido Martín, persona que salió ilesa del accidente de tráfico, suceso que fue provocado a causa de un reventón de la rueda izquierda de su vehículo desplazándolo violentamente hacia un árbol empotrándose en él. Tras recibir noticias del accidente, se personó el Juzgado de Instrucción de Utrera hacia el lugar de los hechos donde se le practicó la autopsia al cadáver dando la respuesta de que falleció en el acto tras el choque. El cadáver fue trasladado a la localidad de Alcalá de Guadaíra, donde acudieron numerosas personas tras recibir dicha información. En Arahal al tenerse conocimiento de la noticia del triste suceso, los comercios en íntima solidaridad cerraron sus puertas, izándose en el Ayuntamiento la bandera a media asta, como igualmente en algunos centros públicos.

A la mañana siguiente, el Gobernador Civil, señor Utrera Molina, acompañado del alcalde de Alcalá de Guadaíra, Pedro Gutiérrez Calderón, se dirigieron desde la capital a la localidad, lugar al que fueron trasladados los restos mortales del señor Mengíbar, donde todo un pueblo se encontraba situado frente a la Casa Consistorial, a pesar de la intensa lluvia que caía, donde se efectuó la recepción del cadáver con la pronunciación de unas palabras del Gobernador Civil.

Después de las palabras pronunciadas, el triste cortejo se dirigió a la parroquia de Santa María Magdalena, donde se celebró la misa, a la que asistió el pueblo en su inmensa mayoría, a las 19:30 horas se efectuó el acto de conducción del cadáver al Cementerio.

La vida a veces nos ofrece en múltiples ocasiones facetas de triste ironía y contraste, queriendo el destino que fuera el propio cadáver del infortunado médico y alcalde, doctor Gabriel Mengíbar Ruiz, el que estrenase el nuevo cementerio local construido a su merced ocupando el nicho número uno, después de grandes esfuerzos y desvelos para su gestión en gran parte y como homenaje de un pueblo hacia su memoria lleva su nombre. El 1 de Abril de 1964 se inauguraron las viviendas conocidas con el sobrenombre de Federico Aranda, donde como homenaje al alcalde se le puso su nombre a la plaza junto a un monolito.

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