Ex-Convento de San Roque

La existencia de esta pequeña ermita a las afueras de Arahal, sirvió para que naciera la nueva Provincia de San Diego de Andalucía, el 19 de diciembre de 1620, en atención a ello el Ministro General de la Orden, fray Benigno de Génova, en el último Capítulo, la calificó “como madre fecunda de la descalcés”. La nueva provincia llevará por nombre San Diego, en memoria del gran santo e incansable evangelizador de Andalucía, San Diego de San Juan del Puerto, más conocido por “de Alcalá”. El padre Provincial autorizó a fray Diego de la Cruz, guardián del Convento de San Diego, para que tomara posesión de la ermita de San Roque en nombre de la Provincia. Se trataba de un modesto templo al que adosaron un edificio conventual.

Tras pasar por diferentes circunstancias que no citaremos, el día 3 de Mayo de 1624, día de la Santa Cruz, llegan a nuestra localidad los frailes perteneciente a la reforma de San Pedro de Alcántara en el siglo XVI. La mayor parte del grupo de religiosos eran ancianos y de la primera graduación de la Provincia, encabezándolo, fray Diego de la Cruz, delegado del Padre Provincial, y fray Juan de Prado, Presidente in capite. La iglesia, levantada de nueva planta, se construyó conforme a las características propias franciscana, sencilla y sobria. Una sola nave con crucero en forma de cruz latina. En ella se colocó el Santísimo Sacramento el año 1680. Era Guardián fray Cristóbal Vela, a cuyo celo se debió la conclusión de la obra.

En la iglesia se conservan algunos restos del claustro adyacentes a la nave de la Epístola. Tras la Desamortización de Mendizábal, los religiosos abandonaron el convento en 1837, llevando consigo cuanto arte habían logrado reunir en él durante su estancia. Una parte del antiguo convento donde residían y hacían su vida diaria los franciscanos pasó a formar parte del Estado convirtiéndose en un cuartel de la Guardia Civil hasta 1936, donde actualmente es el Colegio de Educación Infantil y Primaria San Roque. Su portada principal sigue los modelos del Barroco Clasicista donde está adintelada y rematada con una hornacina con la efigie de San Roque con su fiel perro al pie en actitud vigilante. San Roque inspira por su pobreza y recogimiento, un sentimiento de abandono de la fastuosidad mundana propio de la orden que lo fundó. A la izquierda de la portada principal, sobre la puerta que sirve de acceso al compás hay un panel de azulejos en el que aparece representado San Francisco de Asís, bajo el cual se lee la siguiente inscripción: "Del año 1757”.

El templo tiene planta de cruz latina, construida en ladrillo y mampostería, constituida por una sola nave con cuatro tramos, crucero y capillas laterales. El cuerpo de la nave está cubierto con una bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos y el crucero con bóveda semiesférica sobre pechinas. El coro, a los pies de nave, ocupa los tres primeros tramos estando separado por reja de madera del siglo XVIII, pudiéndose observar en el hastial de la pared de la Iglesia la pintura de los escudos franciscano y dominico. Se conserva el antiguo facistol donde antiguamente los franciscanos leían sus antiguos documentos. También se conserva la antigua sillería y su suelo primitivo. En dos cuerpos se articula la portada principal, que data de mediados del siglo XVII. El primero es adintelado y está enmarcado por pilastras, sobre las cuales se sitúa un frontón recto y roto que da paso al segundo cuerpo, similar al anterior. La cúpula está pintada al fresco y en las pechinas hay retratos de cuatro Papas "NICOLÁS IV", "SIXTO IV", "SIXTO V" y "ALEJANDRO V". También queremos destacar la presencia de una galería subterránea de dos metros de ancho aproximadamente, cubierta con bóveda de arista, en una de cuyas paredes existe una inscripción que hace referencia a la muerte de Fray Lázaro de Morales, fechada en 1725.

El retablo mayor de estilo Barroco es atribuido a Tomás Guiado el Viejo donde podemos destacar un rico retablo central, del s.XVIII, compartimentado por estípites, donde encontramos las imágenes de San Antonio de Padua, San Francisco de Asís y un relieve de la Epifanía, todos de la época del retablo. El retablo está presidido en el camarín superior por la imagen de San Roque que presidía la antigua ermita existente antes de la llegada de la Orden Franciscana, tratándose de la obra de imaginería más antigua del municipio, datándose a finales del Siglo XV o principios del XVI. En el camarín central del retablo mayor se halla la talla de la Virgen de los Dolores, de autor desconocido, de gran valor patrimonial y extraordinaria belleza, se especula sobre la fecha de su hechura, que pudiera ser de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII. Destacan entre sus rasgos la serenidad, naturalidad y belleza exquisita, mezcla de expresión sublime y pena sin fin en su cara. Las manos se cruzan desconsoladamente ante el pecho. A sus pies descansa el Santísimo Cristo Yacente de Manuel Pineda Calderón de 1945, por un importe de 7.000 pesetas. Ambas imágenes realizan su estación de penitencia el Viernes Santo por la noche. La finalización de la decoración del retablo mayor está compuesto por una mesa de altar con el escudo de las Cinco Llagas, obra de mediados del siglo XVIII.

En el crucero del lado izquierdo hallamos dos retablos: un retablo-hornacina de estípites con una escultura también de San Roque, de la primera mitad del siglo XVIII, de cuerpo y calle rematado en ático con relieve de San Gregorio. Y otro retablo-hornacina con dolete de tela encolada en el que figura una imagen de candelero dedicado a San Pedro de Alcántara con aureola de plata, de mediados del siglo XVIII. También podemos encontrar otro retablo, dedicado a San Antonio, en madera tallada, de un cuerpo y una calle con decoración de estípites, contiene la imagen del Santo.

A pie de suelo encontramos al "Rey de los niños", imagen del Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén, obra del escultor Rafael Sánchez-Palencia Colorado, natural de Sanlúcar la Mayor, en el año 1986, donde se muestra fiel al pasaje evangélico, en un asno de la que procede el nombre popular que recibe la cofradía “La Borriquita”. Es acompañado cada Domingo de Ramos en su paso por unas imágenes secundarias, obras del imaginero utrerano Luciano Galán García, imágenes en madera policromada de una niña hebrea, una mujer hebrea con su hijo en brazos (2004), los apóstoles San Pedro (2009) y Santiago (2012).

En el templo, podemos encontrar diferentes retablos dedicados a la imagen de la Inmaculada en madera dorada con cuerpo y una calle, del siglo XVIII, en cuya hornacina central se encuentra la Inmaculada. Otro retablo es el del Niño Jesús de la Pasión con decoración de rocallas y pinturas al óleo donde se representan las imágenes de Jesús Presentado al Pueblo, Muerte de San Francisco, Coronación de Espinas y Adoración de los Pastores. Le sigue un altar de San Francisco con cuerpo, tres calles y ático e imagen del Santo moderna en madera estofada y relieve con la Concesión de la Regla a San Francisco.

Un último retablo de Santo Franciscano, San Pascual Bailón, en madera policromada, de una calle y un cuerpo con pinturas de San Diego de Alcalá, la Virgen con el Niño, San Luis de Francia, todas ellas del siglo XVIII, cierran la colección. Completa el retablo una talla antigua del Señor Yacente de autor desconocido que data de los primeros años de posguerra civil. Completan el patrimonio religioso, las imágenes de la Virgen de los Reyes, obra de José Manuel Cosano, fechada en finales del siglo XX, siendo restaurada por Luciano Galán. Terminamos el paseo por la Iglesia de San Roque, con las imágenes de María Auxiliadora y San Juan Bosco, donadas por las Madres Dominicas, perteneciente a los antiguos alumnos salesianos.

Dentro de lo que era el antiguo convento se conserva la Capilla Doméstica donde aparece una interesante pintura alegórica del Árbol de la Vida, de autor desconocido, fechada en 1723 y realizado a expensas del muy Rvdo. Padre Fray Francisco de Salguero. En la pintura se pueden encontrar las ilustraciones medievales sobre la fragilidad de la vida y lo inesperado de la muerte representando a Cristo y a la Muerte bajo el Árbol de la Vida sobre el que se sitúan los Siete Pecados Capitales.

En la derecha se representan las virtudes que han de servir al cristiano para librarse de la muerte eterna y en la izquierda los efectos negativos de vivir según el mundo y la carne. Podemos encontrar numerosas leyendas en las escenas de la alegoría:

- En el ángulo inferior izquierdo: "CAMINO ANGOSTO DE ESPINOS LLENO / A ESTOS QUE LE SIGUEN ES AMENO / ES SIN DUDA CAMINO DE LA GLORIA / DONDE ESTA LA VICTORIA / CONVIDA AMOR DIVINO A QUE SIGAS FRECUENTE ESTE CAMINO".

- En el ángulo inferior derecho: "CAMINO ANCHO DE DELEITE LLENO, QUE ENTRE FLORES OCULTA SU VENENO / ES SIN DUDA CAMINO DE RUYNA QUE / ETERNA PENA A EL HOMBRE LE FULMINA / ABANDONA OH! MORTAL ESE CAMINO / QUE OTRO MEJOR TE LLAMA AMOR DIVINO / Año de 1723".

- En el centro derecha: "ESTE RETABLO SE HIZO / A EXPENSAS Y DEVOCION DE ECLESIASTICA PIEDAD / DIOS LE PREMIE AQUESTE DON / SIENDO DICHO GUARDIAN DE CIENCIA Y ORDEN DE ESMERO EL MUY REVERENDO PADRE FRAY FRANCISCO DE SALGUERO".

- En el centro izquierda: "SACERDOTE QUE CELEBRAS / CON PUREZA Y DEVOCION OY EN MI REINO TENDRAS / DE TU PREMIO EL GALARDON / SI COMULGAS COMO JUDAS / DISTRAIDO Y EN PECADO / A LA PENA QUE PADECE / OY QUEDARAS CONDENADO".

La leyenda que sale de la boca de Cristo dice "AQUI ESTE GOLPE TE AVISA QUE ESTA ES LA ULTIMA MISA. AY DE TI MISMO HUMANO SI MIS GOLPES SON EN VANO / ARBOR VITAE / SI DE ESTE ARBOL ES EL VICIO SU CAIDA SERA AL ETERNO PRECIPICIO". La que parte de la boca de la Muerte dice: "EN TOCANDO ESTA CAMPANA CORTARE LA VIDA HUMANA".

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